Ante todo, hay que hacer las presentaciones oficiales.
Por una parte la bruja mala. Con mucha muuuuucha experiencia en campamentos, pero lo siento por ella, pero le ha tocado ser la mala. Y no solo mala, sino muy, muy mala. Malísima.
Alguien preguntará que por que le ha correspondido ese raro honor. La respuesta es muy sencilla. En toda historia tiene que haber un malo. Quique, del que hablaremos mas tarde no puede ser por que entonces seria el malo y tiene que ser mala, en femenino. Si alguien no está de acuerdo, lo siento, pero el que escribe soy yo, así que a jorobarse toca.
Seguimos con la mala malísima. Desconozco absolutamente sus conocimientos culinarios por lo que en ese aspecto no la puedo criticar (empezamos mal), pero hay un aspecto en el que si lo puede hacer y para explicarlo hay que remontarse muchos años atrás.
Almudena, la mala, fué y es scout. El bueno, o sea yo, del que no pienso hablar por que está claro por que soy el bueno fui de la OJE. Lo siento mucho pero antes había buenos y malos. Los de la OJE siempre eramos los buenos y los Scouts, los malos. Ahora que me he vendido al bando contrario, pues me tocará hacer la pelota, pero el corazoncito tira bastante.
Como decía, desconozco sus habilidades culinarias pero ......
Se me olvida que es la mala y tengo que criticarla. Como no se ocurre nada, ya volveremos luego al tema.
De todas maneras os recuerdo que yo soy un cocinero frustrado que me he quedado relegado a pinche de cocina por lo que motivos para criticarla hay mas que de sobra. Y si no los hay, se buscan. Ta claro.
El Feo. Evidentemente Quique. No puede ser otro. ¿Motivo? Ninguno. Lo mismo que antes. Tiene que haber un bueno y un feo. Si yo soy el bueno, Quique es el feo. ¿Hacen falta mas razones?
Seguimos. Por otra parte, Cari. Estoy buscando algo para criticarla pero tampoco se me ocurre nada, lo dejo también para mas tarde. Ya se me ocurrirá algo pero me parece que estoy empezando a aplazar demasiadas cosas.
Alicia. ¿que digo yo de Alicia? Que nos estuvo entreteniendo a los padres durante una acampada "de padres" y demostró una pacieeeeeeencia. Que tiene que gustar el tema estar trabajando de monitora de campamento y sus dias libres irse de cocinera de campamentos.
Por ultimo, y también con un par de narices, Rosa y Diego. Digo narices por que hay que tenerlos para irse de pinche de cocina a un campamento con lo bien que se está, al menos al que le guste, en la playa, en un buen hotel de 4 o cinco estrellas, todo incluido, piscina chula, pegados al mar. No sigo que al final me rajo y no voy.
Si os fijais, casi casi no he criticado a nadie. Excepto a Almudena que la voy a criticar haga lo que haga, a los demás les conozco poco por lo que estaremos ojo avizor para ver que tal se portan.
De todas maneras, una cosa esta clara. Para irse de cocinero de campamento hace falta estar un poco mal de la azotea. Por eso yo solo me voy una semana. Soy mas listo que los demás pero si hiciese lo que me gustaría, me quedaba las dos semanas.
Por último. Aunque sea el bueno, no puedo hablar de los asistentes a los campamentos. La norma es la norma y si lo hiciese me podía encontrar con un merecido sopapo.
Próximo capitulo. Las reuniones preparatorias. Comer o no comer ese es el dilema
¿De la OJE? ¿Pero eso qué es lo que es? Ah, ya recuerdo, pero allí no se discutía sobre esos asuntos de los menús, estos eran los de siempre, los que se habían experimentado y demostrado eficaces por generaciones de acampados a lo largo de los años.
ResponderEliminarRecuerda la sopa de lluvia (válida para las noches de ídem en que los acampados se encontrasen algo mojados y desanimados tras no haber podido hacer las actividades de la tarde y haberla pasado dentro de las tiendas, haciendo los reguerillos de desagüe y repitiendo de forma incansable aquella coletilla de “no toquéis la lona que calará”, siempre lo hacía…), la sopa de fideos (variante de la anterior pero para los días más soleados, rica y nutritiva pero poco entretenida), la de estrellas (ideal para las noches rasas y clarísimo indicativo para los acampados de que esa noche habría charla sobre las estrellas y constelaciones, y entre carro y carro ronquido del de la lado) y la afamada sopa de letras (con la que los acampados, además de disfrutar de un primer plato sugerente y novedoso, podían entretenerse en escribir los nombres de sus cocineros junto a los comentarios y adjetivos más cariñosos).
Ahora, he visto con cierto asombro, mis hijos las comen parecidas, sin embargo la pasta ha variado sustancialmente al menos en lo referente al diseño. La hay de pitufos, de balones de futbol, de dinosaurios, de Papá Noel y árboles de Navidad, de Mickey y sus amigos, de barcos, de Popeye, etc….
Seguro que si buscáis bien en las afamadas tiendas del sector “comida al por mayor para campamentos juveniles” podréis encontrar alguna otra variante del tipo: tiendas tipo igloo, kayaks, ordenadores portátiles/psp’s/teléfono móvil, etc.
Yo al menos en lo referente a las sopas me declaro tradicional, donde estén las experimentadas de toda la vida que se quiten estas moderneces.
VQS y un abrazo,
Miguel
Por cierto, las telas siguen calando, se sigue cantando el "viva el follón". El día que la cantaron mis chicos casi me tiro al suelo de risa. No se quien inventaría la canción pero si llega a ser de la SGAE era multimillonario. La cantábamos nosotros y quien sabe cuantas generaciones antes
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